A finales del siglo 19 y sobre todo a lo largo del siglo 20 aparece en la mar
un nuevo tipo de navegante, algo que siglos antes hubiera sido inimaginable,
una cosa incomprensible, que es la gente que navega por placer, la gente que no
sale a mar porque tiene que buscarse la vida, porque tiene que combatir,
porque tiene que realizar alguna acción, una expedición, cualquier tipo de trabajo,
sino que estamos hablando de gente que sale a navegar por placer.
Esta gente continúa teniendo unas necesidades básicas, tienen que sobrevivir
con alimentos y con agua, y además tienen que continuar trabajando.
La navegación sport, deportiva, continúa siendo una actividad física muy exigente.
De manera que lo que antes era trabajo o esfuerzo encaminado a lo que es
el trabajo como oficio,
como desarrollo de una actividad profesional, en un barco de regata
sigue siendo una actividad física también muy exigente orientada a otros objetivos.
¿Qué sucede?
Que aquí las variables cambian.
Por un lado tenemos una tecnología que permite
alimentar a esos navegantes de la mejor manera posible, por otro lado,
cada día ha ido avanzando hasta hoy la ciencia de la nutrición,
de manera que cada vez conocemos mucho mejor necesidades y soluciones,
pero hay una variable que ha cambiado, que es que, en un barco de regatas, las
posibilidades de cargar grandes cantidades de alimentos o de agua son más limitadas.
Hay factores, como es la velocidad, como es el tiempo,
que en el pasado no eran tan importantes, pero
para un barco que está participando en una regata oceánica, sí que son importantes.
No puedes cargar toneladas de agua, no puedes cargar toneladas de alimentos.
Tienes que encontrar un equilibrio entre tus necesidades, tus posibilidades y el
objetivo final, que puede ser: llegar el primero, llegar en un tiempo determinado.
De manera que la navegación deportiva ha creado, a partir de estas necesidades,
una serie de recursos, recursos que son compartidos con otros deportes.
Con los deportes de alta montaña, con cualquier tipo de deporte donde el
ser humano, el hombre o la mujer, necesita cargar alimentos que pesen poco,
que sean fáciles de cocinar, etcétera, etcétera.
Cuando hablábamos del problema de la cocina en un barco mercante, imaginemos lo
que es, en un barco de regatas, también las posibilidades de cocinar, si es que el
verbo cocinar es un verbo que pueda ser utilizado en este tipo de barcos.
De manera que, hoy en día, la navegación oceánica,
que nosotros queremos comentar a lo largo de estas clases,
que es la navegación deportiva, la navegación como práctica de deporte de
alto rendimiento, tiene unas necesidades y también tiene unos recursos.
Yo aquí solo quería mostrar un catálogo de algunos de los productos que hay,
desde agua envasada, alimentos liofilizados, alimentos conservados,
alimentos precocinados que pueden ser consumidos,
pero no solo para dar una alimentación mínima, sino incluso, también un disfrute,
para que el navegante pueda comer con un cierto gusto, disfrutando de la comida,
porque un factor que no cambia y no cambiará nunca en la mar,
también es el factor de actitud, el factor de comportamiento.
Al igual que las tripulaciones mercantes alimentadas durante meses con un menú
tedioso, podían tener problemas de comportamiento.
El navegante solitario, el navegante que navega en pareja, en realidad
necesita también de alimentarse, pero su alimentación tiene que proporcionarle
un cierto bienestar, una conexión con el mundo, también un disfrute.