[AUDIO_EN_BLANCO] [MÚSICA] Bueno, pues igual conviene empezar diciendo que que la ciudad es un artefacto, un hecho social muy complejo sobre todo en el momento actual, ¿no? Porque la ciudad es un, por definición, un hecho local, un espacio local. Las ciudades están siempre localizadas en un lugar concreto. Sin embargo, en este momento vivimos una situación en la que los problemas aunque puedan tener orígenes muy remotos, orígenes muy lejanos, siempre acaban reflejándose en espacios locales concretos, ¿no? Por tanto, aunque la causa de un problema pueda estar, por decirlo así, allá, al final siempre acaba repercutiendo aquí, ¿no? El ejemplo tenemos hoy en día con el caso de los refugiados sirios, ¿no? Al final, donde se está negociando en su caso, incluso hay una intervención muy interesante por parte de alcaldesas y alcaldes de distintas ciudades donde acaba finalmente repercutiendo las cuestiones en las ciudades con las que tienen que gestionar la acogida en su caso de estos inmigrantes. Pasa con todo, pasa con inmigración, pasa con la contaminación. Bueno, por tanto, como punto de partida la ciudad se ha convertido en este momento en el lugar en el que se reflejan o se recogen no solamente las problemáticas locales, aquellas que tienen que ver más con un territorio concreto, con un lugar concreto, sino que las problemáticas globales. Y esto, pues, plantea un problema de gestión muy evidente que tal vez no ocurría antes o no ocurría tanto, ¿no? Y es que se ha producido una ruptura entre lo que puede ser la definición administrativa de los espacios políticos que you no sirven, pues, para responder a los problemas que se han deslocalizado, que se han globalizado, ¿no? Nos encontramos hoy con paradojas como que se puede discutir quién tiene la obligación de o quién tiene la competencia de responder a una necesidad. Incluso en el aparataje jurídico-político de la administración española, por ejemplo pues, se habla de las competencias propias o de las competencias impropias, ¿no? Las competencias impropias son aquellas a las que debe, que tiene que asumir. Por tanto, problemas a los que debe responder una administración aunque no sean su competencia, pero al final los tiene ahí, ¿no? Y muchas de esas competencias impropias acaban cayendo justamente sobre los gobiernos municipales o los gobiernos locales. Aunque no tengan la competencia administrativa tienen el problema, y cuando tienes el problema en casa pues tienen que ser rápido en responder. ¿Quién responde a los problemas de de desigualdad, de pobreza, de falta de alimentación o de mala alimentación de niños y de niñas, cuando se hicieron los comedores escolares en verano? Pues, al final lo de menos la pregunta es a quién le compete, la pregunta es dónde están nuestros problemas. Los problemas ocurren aquí, pues tenemos que responder aquí. Por tanto, la ciudad es un artefacto político que se ha vuelto muy complejo, ¿no? Y muy complejo, pues porque las vulnerabilidades, tanto las propias, las endógenas, como las exógenas, acaban repercutiendo en ese espacio local. ¿De qué vulnerabilidades podemos hablar? Pues, sobre todo de las grandes vulnerabilidades pero también de algunas pequeñas, ¿no? O de algunas que luego se aplican en la escala más pequeña, ¿no? Por las grandes vulnerabilidades, las demográficas, por ejemplo. Es verdad que cuando miramos una ciudad puede parecernos que es más bien un espacio de juventud, un espacio de iniciativa, un espacio de innovación. Y es verdad que cuando miramos desde una perspectiva territorial, pues cualquier país europeo, pues, casi todos los estudios dicen que las ciudades suelen ser más jóvenes que los entornos rurales que la circundan, ¿no? Y esto es verdad. En la casa del estado español es evidente que las comunidades más ruralizadas son todas las comunidades más envejecidas, y al contrario, las comunidades más urbanizadas son las menos envejecidas. Pero al final, el proceso demográfico acaba siendo un proceso que impacta sobre el conjunto del tejido demográfico de cualquier, desde los países, y por tanto, también acaba afectando a las ciudades. Y en ocasiones, las ciudades se encuentran con dificultades para responder a este, a estos procesos de envejecimiento. Envejecer en entornos rurales, siempre que hayan los servicios básicos, pues puede tener en ocasiones, pues, unas dinámicas de acompañamiento que no existen en las ciudades. De hecho, pues leyes como la dependencia siempre han intentado resolver estos problemas de acompañamiento a las cuidadoras y los cuidadores que tal vez en estos entornos rurales son más comunitarios. Bueno, que si las ciudades tienen problemas para responder al tema del envejecimiento. Las ciudades tienen problemas para responder a la cuestión de la diversidad. Las ciudades son espacios donde la diversidad se concentra y se multiplica. Ha sido siempre así, ¿vale? Una de las, en mi opinión, mejores urbanistas, urbanistas desde la calle porque básicamente era un activista vecinal como era james jackob, decía que la ciudad es el lugar donde se concentran los extraños y que cuanto más extraños hay es más divertida, ¿no? Y es verdad, ¿no? O sea, la diversidad es la imagen fundamental de la ciudad frente a lo que era la, el campo o los espacios rurales, ¿no? Y durante mucho tiempo esto ha sido visto con alegría, ¿no?, y con, en fin, con ánimo y con esperanza, ¿no? Tal vez en los últimos años a medida en que esas diversidades van asociadas a transformaciones etnoculturales, porque una cosa es ser diversos o diversas, transformando parte de todas y todos de un mismo espacio cultural. Es decir, una cosa es ser diversos, pero cuando estamos hablando entre forasteros, pero you cuando hablamos de extranjeros o extranjeras es un poco más complicado, cuando hablamos you de extraños o de extrañas es más complicado todavía, ¿no? Entonces bueno, las ciudades hoy son un espacio de diversidad multiplicada de superdiversidad, dicen algunas y algunos analistas donde en estos momentos se vuelve complicado, en ocasiones, definir un nosotros, definir una ciudadanía urbana en la que nos reconozcamos. Esto está siendo objeto de muchas discusiones, de muchos análisis por parte de muchos analistas. Seguramente uno de los que más ha generado debate en este sentido es Robert Putman cuando ha planteado, pues, en un artículo reciente la idea de que tal vez, aunque en el medio y largo plazo, la diversidad siempre va a ser buena y hay que apoyarla, pero la diversidad etnocultural cuando aumenta mucho, sobre todo cuando aumenta repentinamente en los barrios, en los espacios urbanos, pues, acaba generando pérdidas de capital social, ¿no? Hay un debate abierto muy fuerte, pero ciertamente gestionar la diversidad en los espacios urbanos, pues, eso se ha convertido en un reto muy importante también para los gestionadores locales. Un tercer, una tercera vulnerabilidad es un tercer reto, pues, sería el aumento en la desigualdad. La desigualdad se acaba generando rupturas de la cohesión. Hay desigualdades que pueden ser gestionables y que pueden ser aceptables en la medida que no rompen la cuestión de la ciudadanía. Todas y todos nos encontramos incluidos e incluidas, aunque algunas personas tengan unas condiciones materiales un poco mejores o mejores que las de otras, pero en este momento estamos en una fase de desarrollo del capitalismo en el que las desigualdades empiezan a salir de las igualdades que excluyen y que incluyen, ¿no? Entonces, cuando en un mismo espacio geográfico, en un mismo espacio muy concentrado, la desigualdad acaba generando rupturas de la cohesión social, pues, esto hace que su vida en la ciudad se vuelva imposible, ¿vale? Y esto está generando hoy en día, pues, rupturas o fragmentaciones dentro de las propias ciudades, ¿no? La proliferación de comunidades cerradas, la proliferación de urbanizaciones protegidas donde el sesgo de clases es muy evidente porque en una parte viven por las personas que pueden permitirse el lujo de pagar esas viviendas, y en cambio, otra gente está excluida incluso del acceso. Otra vulnerabilidad es muy evidente y muy macro que hoy tienen las ciudades y de las que deberán hacer algo, hacer lo posible para responder, pues esto, los procesos de privatización de la ciudad, ¿no? O sea, como decimos, la ciudad es el espacio urbano, presenta incentivos para su democratización, para que tanto los gestores y las gestoras, como la ciudadanía, confluyan en iniciativas conjuntas de intervención. Luego, también es un espacio donde pueden producirse, y de hecho, you se están produciendo muchas veces por la producción inversa, ¿no? La mejor forma de resolver esto es gestionarlo de una manera privada, ¿no? O sea, que sea el mercado quien, quien lo aborde, ¿no? Entonces, luego nos encontramos, pues, con la proliferación de empresas que intervienen en la ciudad, de consultoras que intervienen en la ciudad, de técnicas y técnicos que intervienen en la ciudad, sin tener en cuenta ni la política ni la ciudadanía. Este es otro riesgo, pero va a depender mucho del carácter de las, de las gestoras y de los gestores municipales. Y seguramente, y cerrando esta reflexión, pues, un problema evidente con el que se van a encontrar las ciudades you hoy en el futuro es su problema de la escala. Evidentemente, aunque los problemas globales se expresan y se plantean y se reflejan sobre todo en los espacios locales, y aunque los espacios locales tengan capacidades, también dificultades, pero capacidades para intentar responder a esos problemas, pues, no podemos olvidar que esos problemas, aunque se concreten localmente, responden a dinámicas o avales estructurales, ¿no? Entonces, hay un problema de escala. Seguramente en la escala local, por más que una ciudad, esa escala local, la escala local, puede responder a determinadas expresiones, a determinadas concreciones de los problemas, pero hay que remontar un poco la corriente para intentar llegar a los orígenes de los problemas, ¿no? Y por tanto, pues, yo creo que es fundamental que las ciudades en el futuro aprendan a cooperar, aprendan a generar redes de ciudades, sobre todo se olviden de externalizar los problemas, es decir, que se olviden de desplazar los problemas, es decir, bueno, me los quito de aquí porque consigo atraer gente joven, porque consigo atraer inversiones o consigo atraer empresas, pero sabiendo que con eso estoy, de alguna manera, estoy quitándoselo a otras. Pero, evidentemente, pues, antes se decía que es imposible hacer eso en un solo país, es imposible la democracia en una sola ciudad, o sea, es imposible la cohesión en una sola ciudad, ¿no? Es decir, las ciudades tienen que generar, tienen que generar sistemas de relación, de sinergia, y aprender básicamente a que la mejor forma de salir adelante cada ciudad no es tanto o solo compitiendo, no es lo fundamental, sino cooperando con, con otras. [MÚSICA] [AUDIO_EN_BLANCO]