La humanidad siempre ha soñado con seres mágicos y criaturas artificiales. La ciencia ficción nos ha planteado escenarios en los que las máquinas desarrollan actividades ultra complejas que muchas veces superan las capacidades humanas. Pero, ¿qué tan realista es esta visión de las máquinas y la inteligencia artificial? Muchos de los escenarios planteados por la literatura y el cine de ciencia ficción resultan sumamente acertados, pero muchos otros están aún lejos de volverse realidad. Los robots ya se encuentran en muchas áreas y son parte de nuestras vidas. Te guiare a lo largo de este curso en el que exploraremos los inicios y avances de la inteligencia artificial como disciplina a través de los años. Los inicios de la inteligencia artificial se remontan a algunos siglos atrás, durante la Edad Media y el Renacimiento se desarrollaron autómatas, cada vez más sofisticados que, sin embargo, tenían una funcionalidad limitada. En filosofía, Hobbes, en su libro "Leviatán", se pregunta si podremos construir animales artificiales y también si los autómatas podrìan estar vivos. Descartes, escribe que la vida es como los mecanismos de los relojes. Sin embargo, considera que el alma no es mecánica, lo cual lleva a postular el dualismo, separando el cuerpo de la mente. Leibniz por su parte, argumentó que el razonamiento podría reducirse a cálculos mecánicos. En la Edad Moderna gracias a avances en relojería e ingeniería se construyeron varios autómatas y androides, resaltando por su complejidad los Vaucanson y de Droz. En 1818 se publicó "Frankenstein o el moderno Prometeo" de Mary Shelley, donde se popularizó cuestiones relacionadas a la creación de criaturas similares a nosotros. Ya a mediados del siglo XX, con la construcción de las primeras computadoras electrónicas, se empezó a discutir la posibilidad de construir máquinas pensantes. En cibernética, se estudió la comunicación y el control, tanto en animales como en máquinas. En 1943, el mexicano Arturo Rosenblueth, Norbert Wiener y Julian Bigelow publican un artículo donde discuten las propiedades del comportamiento con propósito y concluyen que éste podría ser producido por una máquina. Ese mismo año Mcculloch y Pitts publican un artículo donde proponen un modelo matemático de redes neuronales, el cual, sería la base para una de las áreas de inteligencia artificial. Durante esta época se construyeron algunos robots que exhibían ciertos comportamientos complejos. Sin embargo, aún estamos lejos de la mayoría de los escenarios planteados por el cine y la televisión. Quedan todavía muchos caminos por explorar.