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En esta entrevista Enrique nos muestra la importancia de ser creativos y
cómo nuestros programas pueden cambiar la forma en que vivimos y hacemos las cosas.
>> Hola Enrique y gracias por participar en esta unidad.
Vos dirigís el Centro de Innovación y Emprendimientos de la
Universidad ORT Uruguay.
¿Podrías contarnos en términos generales qué se hace en el centro?
>> Sí. Inés,
el Centro de Innovación y Emprendimientos de la Universidad ORT
Uruguay tiene como objetivos fomentar la actitud emprendedora en los estudiantes,
en los docentes y en la sociedad en general.
Para lograr esto desde el Centro de Innovación y Emprendimientos trabajamos en
sensibilizar, trabajamos en lograr de que los estudiantes desarrollen las
competencias, las habilidades necesarias para convertir ideas en realidades.
Esto se hace patrocinando sus ideas,
ayudándolos a que las desarrollen, las incubamos y a partir de
este proceso de incubación conseguimos los recursos para que esas ideas se
conviertan en verdaderos emprendimientos exitosos en el ámbito empresarial.
>> ¿Podrías contarnos algunas actividades específicas que hagan en
el centro?
>> El Centro de Innovación y Emprendimientos, para lograr sus objetivos, ha
desarrollado una metodología que se llama Inside Out, esta metodología permite
que el joven atraviese un proceso de formación basado en cuatro talleres.
Un primer taller que tiene que ver con autoconocimiento,
ser capaz de entender qué habilidades tengo,
qué amo y a partir de ahí, qué oportunidades tengo para salir adelante.
En segundo lugar trabajamos la creatividad.
Entendemos de que una persona tiene que ser capaz, de manera flexible, cambiar
sus paradigmas y convertir lo que es problemas en oportunidades.
A partir de los problemas ser capaz de encontrar soluciones.
Un abanico muy completo y variado de soluciones.
Mucha gente se queda con la primera solución, no es creativa.
Lo que nosotros hacemos es intentar que sean capaces de generar 100 soluciones y
a partir de estas 100 ideas ser capaces de validarlas y
encontrar aquella que mejor se adapta a las necesidades de los clientes.
A partir de este punto trabajamos en un tercer taller que tiene que ver con
modelos de negocio, ser capaces de entender cómo aporto valor al cliente.
Y una vez que soy capaz de aportar valor, la gente está dispuesta a pagar por
esto que nosotros estamos generando.
Y en último lugar ser capaz de liderar este proyecto.
Conseguir los recursos que muchas veces son mucho más que los monetarios.
Tiene mucho que ver con conseguir por ejemplo los programadores,
conseguir los diseñadores, conseguir los distintos roles que
terminan conformando este equipo que termina siendo exitoso.
>> En relación al apoyo de emprendedores, ¿puedes contarnos algún proyecto de
alto impacto dirigido acá en el Centro de Innovación y Emprendimientos?
>> El proyecto más exitoso que ha nacido en el Centro de Innovación y
Emprendimientos de la Universidad ORT Uruguay es el denominado "Pedidos ya".
"Pedidos ya" es una solución a través de la cual podemos solicitar comida
a través de dispositivos móviles, a través de Internet.
Este proyecto fue revolucionario y es revolucionario al día de
hoy porque de alguna manera cambió los hábitos de las personas.
Normalmente, uno toma el teléfono como el
dispositivo más fácil de utilizar para solicitar comida.
"Pedidos ya", a través de una aplicación que se instala en el
celular, es capaz de detectar en qué lugar estamos y a partir de la
geolocalización es capaz de ofrecernos las distintas opciones,
y estas opciones las podemos filtrar por nuestros gustos.
Si queremos comer pizza, si queremos empanadas,
a partir de que conoce el celular nuestra ubicación es
capaz de recomendarnos y en conjunto con nuestros amigos hacer un
pedido directo que rápidamente llegue con lo que estamos requiriendo.
>> ¿Cómo surgió "Pedidos ya"?
>> "Pedidos ya" nace específicamente en un taller de generación de ideas.
Un taller en el cual el docente en el Centro de Innovación le pide
a los estudiantes que presenten ideas innovadoras, ideas creativas
para resolver problemas que encontramos hoy por hoy en la vida diaria.
En este sentido cuando los autores de "Pedidos ya"
realizaron este taller lo que sucedió fue muy interesante.
Porque estos estudiantes se dieron cuenta de que ellos día
a día los fines de semana tenían problemas para solicitar comida.
Se daban cuenta de que hoy por hoy uno tenía que llamar por teléfono,
muchas veces no nos atienden el teléfono, nos quedamos horas en la línea,
nos dicen que esperemos y no toman el pedido.
Y muchas veces el pedido incluso nos mandan algo que no es lo
que realmente estamos pidiendo.
En ese sentido ellos se dieron cuenta de que había un problema y
un problema es una oportunidad.
Y comenzaron a trabajar en el taller con las indicaciones del docente y
desarrollaron una solución creativa para hacer pedidos que sean confiables,
que no requieran perder tiempo y así nace "Pedidos ya".
Lo más interesante de ésto es que cuando llego el momento de presentar ante el
grupo la idea, los estudiantes dijeron no la presentamos, ¿por qué?
Porque si la presentamos, otros nos puede copiar esta idea y aquí viene un
concepto muy interesante, porque muchas personas creen que la idea es lo más
importante y en realidad lo más importante es la capacidad de ejecutarla.
Estos alumnos guardaron esa idea pero fueron capaces de ejecutarla.
Comenzaron a trabajar de manera muy dura implementándola, codificando,
mostrándole al cliente, validando y a partir de ese proceso de prototipar,
validar, experimentar, fueron capaces de
adaptarlo hasta llegar a tener una solución que hoy se convirtió en un
proveedor de clase mundial de pedidos de comida a nivel latinoamericano.
>> Una de las ideas que presentamos en el curso es la de reutilizar el código,
por ejemplo, creando procedimientos.
¿Se aplica este concepto en el Centro de Innovación y Emprendimientos y
en sus proyectos?
>> Entiendo que este concepto es central debido a que
los emprendedores a lo largo del proceso de convertir esa idea creativa en
un nuevo modelo de negocio que les permita salir adelante con su emprendimiento,
van a tener que validar muchas veces con distintos prototipos.
A la hora de hacer prototipos, lo que necesitamos es un enfoque de
programación rápida, programación que lo que se llama muchas veces extrema.
Esto hace de que todo lo que podamos reutilizar del código que nos ayude
a prototipar más rápido a los efectos de entrar en contacto con el cliente,
mostrarle si nuestra solución agrega valor,
en ese punto es central reusar.
¿Por qué?
Porque el tiempo es una variable determinante a la hora de
llegar al mercado.
Por lo tanto al reusar ahorramos tiempo, mostramos más prototipos al cliente y
rápidamente vamos a saber si nuestro producto está agregando valor.
>> ¿Cómo llegamos desde la idea de un juego a que sea un juego real?
>> Para convertir una idea de un juego en un producto que esté en el mercado,
las etapas centrales son ser capaz de detectar cómo voy a agregar valor.
A partir de este punto, armar un prototipo que sea validado por
el cliente y a partir de que es validado, interactuamos, vamos
agregándole funcionalidades de manera incremental hasta
llegar a obtener una solución funcional total del producto.
En este ciclo lo más importante es agregar valor al cliente.
Agregar valor al cliente significa de que le
estamos resolviendo el problema o la necesidad que él tiene.
Porque muchas veces un error muy frecuente es
creernos que nosotros tenemos todas las soluciones.
Cuando logramos agregar valor es porque fuimos capaz de empatizar con el cliente,
entender su problema desde el punto de vista del cliente y a partir
de que fuimos capaces de entenderlo, entonces vamos a desarrollar un
programa que es capaz de resolver la necesidad que el cliente tiene.
En ese punto estaremos agregando valor.
>> ¿Crees que se necesitan más programadores en el futuro?
>> Creo que cada día se van a necesitar más personas con capacidades de programar.
Hoy por hoy la programación está inmersa en
absolutamente todas las dimensiones de la vida que transitamos.
Vamos a encontrar programación desde una tostadora hasta un sistema de
gestión y en cada uno de estos elementos hay alguien que tuvo que escribir un
programa para hacernos la vida más fácil o para aportar valor como decíamos.
Por lo tanto creo que la habilidad de programación va
a ser una habilidad cada vez más requerida, a tal punto que quizás se
pueda llamar analfabetos a los que en el futuro no sean capaces de programar.